LAS COTIZACIONES TRANVIARIAS
La nota indica que la inversión pública a realizarse en la antigua capital azteca para el primer tramo de 18 kilómetros que correría entre La Villa y el Auditorio Nacional, podría calcularse en U$ 22.898.000. Ello todo, con base en configuraciones de tres y hasta cinco coches, en virtud de la congestión vehicular de la megaurbe. En definitiva, se calcula que el proyecto requeriría de unos 30 coches para satisfacer la intensa demanda del trayecto. El caso se trata de un proyecto de los denominados "llave en mano" (solución integral) a través del sistema tranvía "Citadis", utilizado actualmente en ciudades como Barcelona, Roma, Dublín y Melbourne. En función de dicha solución integral, expresamente la nota consigna que se "calculan un millón de euros por kilómetro de infraestructura, debido a que desarrolla (el proveedor) desde el diseño, fabricación, señalización y puesta en marcha de los subsistemas de seguridad, como los propios trenes, así como el mantenimiento de las unidades". Esa información parecería, números más, números menos, condecirse con la adelantada al inicio de la nota, que estimaba cerca de U$ 23 millones (17,7 millones de euros) para un tramo de 18 km.
Mientras la secretaria comenzaba a estudiarme por encima de los espejuelos de lectura, dada mi intensa labor de copiado de esas "perlitas" en la servilleta que acompañaba al café, se me ocurrió indagar un poco, a la salida de la reunión que se demoraba, acerca del proyecto "Tren del Este", es decir, el tranvía que va a operar en Buenos Aires por la zona de Puerto Madero.
No tuve que buscar mucho, ya que, ante la intensa política de anuncios oficiales, la información llega cómodamente a las manos del lector que sabe apreciarla. Así me encontré con que el viernes 5 de enero de 2007 se inauguró el obrador de almacenaje de maquinarias para el mencionado proyecto, ocasión que, si bien en cualquier otro lugar del planeta puede ser considerada trivial, ameritó la presencia de las más altas autoridades nacionales, y por lo tanto la difusión de la noticia.
Apreciemos un poco el carácter y dimensión del proyecto rebautizado "Tranvía del Este": Se trata de un prototipo experimental de tranvía a instalarse en el área de Puerto Madero (ciudad de Buenos Aires), a través de un convenio que firmó en 2006 la Secretaría de Transporte con el Ministerio de Transporte e Infraestructura de Francia para la provisión, en carácter de "alquiler" de dos tranvías, también modelo "Citadis", como los de la ciudad de México. La obra, que se desarrolla en el área de concesión de Ferrovías, que será por tanto su ejecutor, implica la "readecuación de vías existentes", la que no es una gran obra, ya que debe seguir permitiendo que pase el tren de cargas que lo hace habitualmente, sólo que ahora en horario nocturno. También implica, en líneas generales, el montaje de la catenaria, la señalización y comunicaciones, y la instalación de una subestación eléctrica. Se construirá una vía nueva de 2.400 metros, y se adecuarán los 2.000 metros de la vía del ferrocarril de cargas existente. La semaforización, los refugios (4 en total) similares a los de los ómnibus, serán realizados por el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
En definitiva, más allá de cualquier precisión técnica, se trata del mismo proyecto que para la ciudad de México, pero con las siguientes salvedades: a) No son 18 km de vía, sino 2 km. b) No se compran 30 coches sino que se alquilan 6. c) La obra no se realiza sobre un intenso y complicado entramado urbano, con confluencia de tránsito vehicular y calles angostas, sino que se hace sobre terrenos ferroviarios despejados, en una zona de baja intensidad, que requiere sólo 7 pasos a nivel.
Ahora bien, y aquí el dato de color, acerca del famoso "costo argentino": la inversión que demandará este proyecto experimental asciende a los $ 46.201.212, o sea, los U$ 15.098.435, o sea, a razón de U$ 7,5 millones el kilómetro, o euros 5,8 millones, casi seis (6) veces más que en la ciudad de Moctezuma.
Y la Historia, siglos después, consignará quiénes fueron los que compraron espejitos de colores, como dirían Les Luthiers, cambiando oro por baratijas...