TRANSPORTE EN ARGENTINA

Una página informativa de todo el transporte argentino, con notas de opinión y minuciosos análisis de una realidad poco conocida

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Location: Rosario, Santa Fe, Argentina

Ingeniero, asesor de empresas en emprendimientos de transporte y en soluciones logísticas, y usuario habitual de servicios públicos de transporte.

Tuesday, February 06, 2007

LA NUEVA ECUACION: TRANSPORTE CARO = TRANSPORTE MALO

En un artículo de información aparecido en Clarín al pasado 9 de enero de 2007 (pág. 40), titulado "La Secretaría de Transporte prorrogó la autorización: Los colectivos de más de 10 años, con permiso para seguir circulando", se expresa en el copete: "Es para las unidades del 96. Las empresas dicen que no tienen plata para renovarlas". Desde ya la información es errónea, quizás demasiado optimista: la realidad indica que por Decreto Nº 678/2006 se estableción un "cronograma de convergencia" que extiende la vida útil de la unidades destinadas al servicio público de transporte de personas por colectivo a 14 años, es decir, que durante todo 2007 podrán utilizarse vehículos Modelo 1994. Lo grave es que esa norma vulnera en forma directa la Ley Federal de Tránsito, que establece un máximo de 10 años, y en casos de extrema y probada excepcionalidad (que no se aprecian en nuestro país hace tiempo, por lo menos según la visión triunfalista del gobierno), hasta 13 años.
En efecto, la nota que comentamos inicia diciendo: "La Secretaría de Transporte de la Nación autorizó una vez más la circulación de colectivos que superen los 10 años de antigüedad. Mediante la Resolución 995, publicada la semana pasada en el Boletín Oficial (y como toda norma conflictiva, dictada entre Navidad y Año Nuevo), el secretario Ricardo Jaime permitió que sigan prestando servicio durante todo este año las unidades de 1996, a pesar de que la Ley de Tránsito 24.449 fija la "prohibición de utilizar unidades con más de 10 años de antigüedad para el transporte de pasajeros".
Y sigue: "Con los micros destinados a los servicios interurbanos e internacionales la excepción concedida fue más amplia, ya que se autorizó la utilización de vehículos de los años 94, 95 y 96". Justo al comienzo de la temporada estival, para favorecer el acarreo de personas como ganado por parte de empresas que se hacen en enero su agosto, empresas que poco se preocupan de por sí de las cuestiones vinculadas a la seguridad, que utilizan buses cada vez más altos sin importar su probada y peligrosa falta de estabilidad, que hacen trabajar a los choferes sin dormir hasta 36 horas seguidas... Justo entonces, a la Secretaría de Transporte se le ocurre autorizar la utilización de colectivos vetustos, obsoletos y con mal estado de mantenimiento (téngase en cuenta que, ya que estaban para ser desafectadas, esas unidades hace tiempo que no reciben mantenimiento preventivo ni reparaciones de media vida, ni revisiones integrales de motor, chasis y carrocería). A la misma área de Estado que -en teoría- tiene la responsabilidad primaria sobre el Tránsito y la Seguridad Vial, se le ocurren estas liberalidades y "excepciones". Mientras se limita a proponer campañas de concientización naives para escuelas secundarias, lanza a las rutas colectivos viejos y defectuosos. Y después la sociedad se pregunta por qué extraño motivo aumentan año a año exponencialmente los números de víctimas de accidentes de tránsito, hasta ser la principal causa de muerte en la Argentina (veremos si al Ministro de Salud Ginés González García, únicamente desvelado hasta ahora por el tabaquismo, se le ocurre prohibir un poquito más y contrarrestar las permisiones que efectúa la Secretaría de Transporte).
El artículo de Clarín termina con estos dos párrafos que transcribimos a continuación: "Entre las justifricaciones de la resolución, se indicó que los empresarios "han fundamentado tal petición alegando que el material rodante que debería ser renovado conforme la normativa vigente, se encuentra aún en condiciones para continuar prestando servicios, máxime si se tiene en cuenta las mejoras introducidas en la infraestructura vial, lo cual ha permitido una disminución en el desgaste de las unidades". Claro está, lo afirman los empresarios. Palabra santa. Lo venimos diciendo en este espacio de opinión: el Estado ha resignado su función política soberana, y ahora las decisiones las adoptan los empresarios y las autoridades las convalidan con llamativa docilidad. Al final de este artículo nos referimos someramente al reciente accidente de la empresa Ko-Ko en el Alto Valle del Río Negro, con un luctuoso saldo de muertos. En ese caso, evidentemente, la "infraestructura vial", que tenía un enorme zanjón al costado de la ruta, no parecía tan idílica como la situación descripta en la resolución oficial.
Y finalmente, dice: "Según datos de las empresas, por la Ciudad circulan unos 8.400 coches, de 135 líneas. Cifras difundidas en 2006 por la Secretaría de Transporte indican que la antigüedad promedio de la flota es de 8,3 años. Este número viene creciendo en los últimos años debido a los permisos para que sigan funcionando unidades viejas, que además generan más humo y ruido, y en muchos casos no están preparadas para discapacitados". En realidad, la antigüedad promedio verificada de 8,3 años corresponde al año 2005 (datos CNRT). En 2006 se estima de 8,6 años. El número en cuestión viene creciendo por la desidia y permisión de las autoridades, y también por la falta de control sobre empresarios inescrupulosos que se embolsan como ganancia absolutamente todos los subsidios. Las unidades que no están preparadas para discapacitados son ciertamente "muchos casos": el 90% del total del parque móvil.
Sería graciosa -si tuviéramos el pesimismo o el cinismo suficientes para evitar la indignación- la formulación que se hace en una parte de la nota, acerca de que "los empresarios del sector sostienen que todavía están sufriendo los efectos del derrumbe económico, lo que les impide renovar sus colectivos. Los colectivos tienen las tarifas congeladas, pero reciben subsidios oficiales para funcionar".
Veamos:
LARGA DISTANCIA: El incremento de pasajes vendidos en la temporada 2007 es de un 17% respecto de igual período de 2006, y en general, de más de un 40% respecto de 2002. La tarifa para servicios interurbanos e internacionales, lejos estuvo de "congelarse", sino que por el contrario sobradamente se duplicó respecto de la de 2003, por efecto arrastre respecto del transporte aéreo y por la política gubernamental (alejada de la política oficial de control de precios respecto de este tópico), que promediando 2006 autorizó un nuevo aumento del 25% en todas las tarifas del autotransporte interjurisdiccional.
URBANOS Y SUBURBANOS: Cabe sobre el particular remitirse a lo ya expresado en este mismo espacio en el artículo "Costos e Ingresos del Transporte por Colectivo". Sin embargo, brevemente formularemos ciertos apriorismos que la lógica más elemental luego hilará: En 2002 había casi 9.700 colectivos en el sistema; ahora hay 8.400, lo que implica un ahorro de costos operativos del 13,4%. En 2002 los subsidios estatales fueron de $ 1.152,70 mensuales por colectivo; en 2006 de $ 6.118,93 mensuales por colectivo para los servicios del GBA. En 2002 la antigüedad promedio de parque era de 6,6 años y en 2006 de 8,6 años, o sea que los empresarios "ahorran" el costo de renovación. En 2002 un empresario ganaba $ 8.410,41 mensuales por colectivo; en 2006 un empresario ganó $ 14.527,56 por colectivo, sin computar los subsidios estatales. O sea, que con subidios incluidos, mientras en 2002 un empresario ganaba $ 9.563,01 mensuales por colectivo, en 2006 el mismo empresario ganó $ 20.646,49, o sea, un + 116%, frente a una inflación acumulada (datos INdEC) que no supera el 70% en todo ese período.

Finalmente, dejamos un breve dato de actualidad: La empresa Ko-Ko, que anteayer sufrió un accidente en las cercanías de General Roca, Pcia. de Río Negro, al caer un colectivo en un zanjón, lo que provocó nada menos que 5 muertes, es una empresa de jurisdicción nacional, ya que forma parte de la Unidad Administrativa Neuquén-Cipolletti, con lo que recibió casi el mismo tratamiento en materia de subsidios (a excepción del "refuerzo" de $ 350 millones para el GBA dispuesto por el mentado Decreto 678/2006) que los empresarios de Capital Federal.

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